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El especialista en uva de mesa, Breno Lacourt, señaló que en la costa norte peruana la temperatura está 3.5º por encima de lo normal. Esto implicó un sobreraleo en los campos. Algunas variedades, como Sweet Globe, presentan bayas que han abortado en un nivel inaceptable, lo que significa racimos paludos que no son comercializables. Esto comienza a afectar los niveles de exportación de uvas.
Se estima que la exportación de uvas en Perú sería de 72.8 millones de cajas (de 8.2 kilos caja caja) en la campaña 2023/2024. Tal cantidad significaría un incremento de +2% frente a las 71.4 millones de cajas despachadas en la campaña pasada. En ese momento, dicha cantidad sirvió para que el país se posicione como primer exportador de uva de mesa en el mundo. Así lo informó el presidente de la Asociación de Productores de Uva de mesa del Perú, Manuel Yzaga. Todo ello dentro del marco del 1er Congreso Internacional de Uva de Mesa.
Sobre el impacto del fenómeno “El Niño” en el cultivo de uva de mesa en el norte, la temperatura está anormalmente elevada por 3.5º. Así lo señaló el asesor brasileño Breno Lacourt, quien trabaja para empresas como Agroindustrial Beta, Sociedad Agrícola Saturno, Avo Perú, Fundo Los Paltos, entre otras. Afirmó también que se experimenta un sobreraleo en los campos donde algunas variedades, como la Sweet Globe, presentan vayas que han abortado en altos niveles. Esto da como resultado racimos paludos que no son comercializables.
Aclaró que un racimo paludo implica que se han desprendido tal cantidad de bayas, que el palo, el escobajo de la uva, queda expuesto. Cuando el sobreraleo no es excesivo, entonces estamos ante racimos de baja calidad que van a tener que ser vendidos más barato. Sin embargo, cuando se trata de un sobreraleo excesivo, los racimos ya no califican ni para la exportación. Por ende, se quedan para el mercado nacional, un mercado que paga muy poco y es muy poco exigente.
“Es un gran problema. Ha sucedido que en algunos campos se ha llegado al extremo de que más del 80% de la fruta ha pasado por ese problema. Esto significó quedarse solo con 10% de fruta buena para la exportación, lo que implicaría pérdidas enormes para los productores”, manifestó Lacourt.
Señaló que ya se conocen los factores que llevan a que un parrón, un campo de uva, tenga tendencia a sobreralear. Por ende, se sabe cómo contrarrestar el problema. “Si yo tengo un parrón que está con un nivel de nitrógeno amoniacal muy elevado, antes de la floración, a partir del amarre, despunto ese parrón. Debe hacerse antes de que la caliptra parta, o sea, antes de que la flor se abra. Es entonces donde aplico una citocinina, una hormona que promueve un mejor pegamento de las bayas. Si es necesario, repito la aplicación de citocinina, con 80% o 90% de floración; pero hay que seguir analizando el parrón. Se podría realizar hasta una tercera aplicación cuando se trata de un caso extremo. Con eso, por lo que se ha visto en la práctica, se frena el proceso de sobreraleo”.
Añadió que en las empresas que apliquen esta técnica, las pérdidas serán mínimas. “Beta, por ejemplo, no va a tener pérdidas en uvas patentadas. Gracias a esta técnica, se va a salvar todo, porque se aplicó desde el inicio”.
Fuente: Portal Frutícola